El día que conocí a la llorona....

Pues bien, desde pequeño me han sucedido cosas muy extrañas, empecemos de cuando era peque (4 o 5 años aprox), cuando era niño vivia con mis padres y mis abuelos maternos en San Luis Potosí, en un pueblo llamado Huexco dicho poblado se encuentra cerca de Tamazunchale, ahi fue donde comenzaron a sucederme muchas cosas raras, la primera de ellas no la voy a olvidar.... Íbamos los sábados por las mañanas (5:30am) con mis primos a los establos a llevar a las vacas a pastar, dichos establos se encontraban a unos kilómetros de la casa de mis abuelos, por lo tanto debíamos caminar poco mas de una hora entre cerros propiedades que en ese entonces pertenecían a mi abuelo, durante el camino había que cruzar un arrollo grande en el que muchos decían que ahí se aparecía la llorona, más adelante habia un caminito el cual era extraño ya que a pesar de que no habia forma de que las maquinas entraran por esa zona ese camino estaba muy bien formado y super liso, parecia que diario lo arreglaran, ese canimo era conocido como el camino hueco, esa pequeña ruta era de "miedo" (al menos para mis primos) y siempre me decian "orale escuincle, apurate que aqui no podemos estar mucho tiempo", siempre al pasar por ese camino me daba mucha sed, un dia decidi caminar mas despacio y llenar mi cantinflora con aguita mientras pasabamos el arrollo, cuando terminaba de llenarla dirigi la mirada a la orilla del arrollo, alcancé a ver a una mujer de vestido floreado, pero con los ojos, nose... estaban como sumidos, la verdad yo no tenia mucho miedo que digamos, pero al darse cuenta mi primo Gaudencio de que yo no iba detrás de ellos, regresó por mi muy asustado y llevándome a rastras empezó a hablar en Nahuatl, no entendía el significado pero cada vez que el lo pronunciaba mas fuerte la señora abria la boca y los ojos se le tornaban completamente blancos, despues de lo sucedido mi primo me empezo a dar de nalgadas diciéndome palabras nuevamente en Nahuatl, por ultimo solo comentó "Escuincle estupido, si no te nalgueo la señora te hubiera llevado", pasado el tiempo él me explico que esa señora era la llorona y que según sus creencias y lo que los viejos decían era que con nalgadas y la oración a Quetzal "hasta te podían sacar el diablo".

Despues de ese dia me quedé callado no supe que decir, mis tios dicen que saludé a la llorona, la verdad es que al recordar eso la piel se me eriza y se me ponen los pelos de punta, aunque no siento nada de miedo.

La historia no la tome de ningun libro, ni alguna otra redaccion, tampoco fumé yerba, es una vivencia mia de hace ya muchos años, a partir de esa situación, se me han presentado muchas cosas como esta, en otros post coloqué mas anecdotas personales en forma cronológica, desde pequeño hasta la actualidad, solo no se me desesperen.

P.D. Perdonen la mala redacción y las faltas de ortografía, Saludos.

Espero me comenten que les pareció mi anécdota.

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