Leyenda de Ozocalpan de las cruces

Era temporada de cosecha en el Pueblo de Ozocalpan de las Cruces, era una mañana con muy buen clima. La casa estaba (o esta) ubicada en un extremo del pueblo y la hacienda fuera del pueblo, por alguna extraña razón (yo considero que por seguridad de las mujeres), todos residían en la casa del pueblo y no en la Hacienda, salvo mi bisabuelo y dos de los hijos, y los peones o trabajadores; ( solo hombres estaba en la hacienda), las familias de ellos igual en el pueblo que estaba a una hora y media en carreta ( y eso cuanto es? no se!). En ella tenia de todo, y solo para los eventos sociales se utilizaba. 

La casa del pueblo se veía radiante, pues mi bisabuelo regresaba de la Ciudad de México de unos negocios, así que todo tenia que estar en excelentes condiciones ( si mi bisabuelo es como mi madre, pues aquello debería de relucir), ya que era muy exigente, estricto y duro de carácter, por que bueno para llevar una vida cómoda, ah alguien deberías de hacérsela incomoda.
Bueno como no era el único con dinero e influencias en la región y el en pueblo, como todo tenia algunos altercados y desavenencias con otros influyentes del pueblo. Lo cual, obviamente degenera en rencillas y actos violentos.

Cabe mencionar que los problemas eran con otra familia rica. En el clásico mi casa es mas grande, mi caballo es mas rápido, mi mujer mas bella, etc.
Hasta por los perro eran los desacuerdos así como por lo limites de los terrenos ( bueno eso no es raro aqui).
El caso es que ese día, estando en el comedor los hombres de la familia y algunos trabajadores de confianza, entraron tres aves negras a la casa; se posaron en la silla de mi bisabuelo, y de pronto estas les dijeron que fueran a buscar a mi bisabuelo pues corría peligro, uno de los ahi reunidos, saco el revolver y le disparo a una de ellas, acto seguido otro de los hermanos disparo en contra de las aves restantes.
Estas cayeron al suelo, y al acercarse a ver a las aves abatidas estas se levantaron y repitieron las palabras que acaban de decir y se fueron, no sin antes volver a hablar y decir: " a una buena acción, un mal pago". Y salieron de ahi y se perdieron en el firmamento.

Esto dejo desconcertados a los ahi reunidos, que salieron en estampida a encontrarse con mi Bisabuelo, solo el que había disparado primero se quedo en casa y un primo.
Cuenta mi abuela que en ese momento empezaron a cantar los gallos, advirtiendo de un cambio de clima, los perros empezaron a ladrar cercas y a lo lejos, empezó hacer un viento horrible.
Y varios cristales de la casa se quebraron, en especifico los del cuarto de mi Bisabuelo.
Al poco rato de haber salido en busca de mi Bisabuelo se empezaron a oir disparos a lo lejos, y en ese momento volvieron las aves pero esta vez desde un árbol, empezaron a hablar.
Y decían: " Preparados, alistense que vienen por todos".
En ese momento se oyen golpes a la puerta de la casa, esta es abierta de par en par y dos perros negros enormes esta en el lumbar de la puerta, los que se habían quedado en la casa, les dispararon. Pero estos animales no se movían, ni se espantaban, en vez de eso se quedaron sentados, y dándole la espalda a los de la casa empezaron a gruñir hacia la calle.

Debo mencionar que el tiempo cambio radicalmente, hacia frió y fuertes vientos azotaban la casa, y la gente que pasaba delante de esta como si nada!
Una de las tías de mi abuela comenzó a rezar, mientras que otra empezó ha murmurar y en ese momento los perros se pusieron de pie y muy amenazantes, las aves empezaron a dar vueltas alrededor de la casa.
Pero la gente del pueblo como si nada pasara, solo los de la casa veían y sentían las cosas y esos no todos.
Un amigo de la familia y un cura que estaban en la casa, preguntaban a que viene tanto alboroto, pues no habían visto ni a las aves ni a los perros.

La casa empezó a oler a socio y podrido y esto tampoco lo percibían, los visitantes.
Mi abuela y su hermana se escondieron debajo de la mesa del comedor y empezaron a rezar.
La tia de mi abuela que murmuraba, empezó a trazar figuras en el suelo y paredes de la casa.
Y los perros aumentaron de tamaño o eso parecía.

Las aves se posaron nuevamente en el árbol de limones que estaba a un lado de la cocina, y empezaron a graznar de forma alarmante, pero no se retiraban de ahi.

Las mujeres de la casa hicieron un circulo y empezaron a rezar.
El cura no sabia como empezar a proceder pues realmente no percibía lo mismo que los demás, empezó a preguntar a las mujeres, al ver a las aves las trato de espantar, pero sin éxito.
Los perros no los veía, y en un momento dado fue a hablar con la tia (la que decían que era bruja) que estaba murmurando y la empezó a regañar, por lo que estaba murmurando. Ella no hacia caso al cura, seguía en lo suyo, en eso llegaron mi bisabuelo y los demás, ( al llegar los perros se alejaron) venían heridos y mi bisabuelo sin un solo rasguño, venia molesto, diciendo malas palabras ( majaderías, groserías, etc) así que subió a su cuarto y encontró un total desorden en el, asi que pregunto que había pasado, a lo que mi bisabuela trato de responder de manera clara y precisa, pero al narrarle lo acontecido, soltó nuevamente una nueva oleada de malas palabras y al final se carcajeo de lo lindo pero una carcajada de esas que hiela la sangre.
Tomo un libro de adentro del ropero y un rifle que fue de su papá; y descendió al comedor y se dirigió la cocina, ahi les dijo a las aves: "En nombre del Santísimo Señor Jesús, mi Dios y único pastor les pido, revelen sus nombres y cuales son sus intenciones, para conmigo y mi familia, o juro por él Santísimo que no volverán a ver la luz del sol este día" y les apunto con el rifle.




En eso las aves empezaron a brillar de forma cegadora, pero no retiraba la vista del árbol, y dijeron: "Nada de lo que hagas nos puede dañar, te devolvemos el favor que alguna vez, nos hiciste en el pasado, mal no deseamos para ti o nadie en este pueblo, dejamos eso a ustedes y sus leyes, solo venimos a prevenirlos de los peligros de su proceder. Asi cumplimos el acuerdo que tenemos. Cuídate de aquel que a tu mesa se sienta a derecha e izquierda la mano asesina ahi esta, cerca a tu corazón". Y salieron volando. Entonces mi Bisabuelo bajo el arma y volteo y disparo aquel que había disparado primero a las aves (el hijo mayor), y este en vez de caer simplemente desapareció, en medio de una muy sonora carcajada, y se despidió diciendo: " Pronto nos veremos".
El cura que estaba presenciando todo esto no podía dar crédito a lo que ocurría, se acerco adonde había estado anteriormente el joven y no haya mas que una moneda de plata, con un símbolo dentro de ella y una bala atravesándola. Entonces mi bisabuelo apunto nuevamente el arma a su hermana menor (la bruja) y esta le dijo: "Nada que ver tengo en esto, pero si aun asi dudas de mi dispara, y aun asi en mi corazón hallaras perdón" y se arrodillo. Mi bisabuelo aun asi disparo, pero solo cerca de su hermana. Esta se levanto y dijo: "El corazón justo demuestra justicia y sabes la acción a tomar". Y nuevamente el cielo se abrió, y como si nada hubiera pasado, salvo por los vidrio y el desorden en la casa.

Nadie en el pueblo pareció percatarse de ello.
El Cura ofreció hacer una misa en la casa, y bendecirla para que nada malo pudiera o volviera a pasar.
La hermana de mi Bisabuelo estuvo de acuerdo con ello y pidió que en la hacienda también se hiciera lo mismo. 

En cuanto a lo del hijo mayor de mi Bisabuelo, este llego de la hacienda a preguntar que había ocurrido pues en la hacienda, los animales estaba muy alterados, y en la noche había soñado la casa y a todos dentro, pero sufriendo mucho. Uno de sus hermanos le dijo:" Pero si tu venias con nosotros esta mañana" y este le contesta: "Anduve toda la noche con los peones vigilando al ganado pues ya ves que los coyotes van varias veces que se llevan algunas".

En eso entro un peón atrás de él y les dice: "Si estuvimos toda la noche él patrón y otros 7 cuidando el ganado". Que raro dicen. "Si todos te vimos salir de tu cuarto esta mañana". Y el contesta: "No estado en el cuarto desde hace como 2 días. Me quedo dormido el potrero, esta mas fresco".

Entonces todos se quedan de una pieza. A excepción de mi Bisabuelo, y dice esto es cosa del mal.
Después de esto de hacen los ritos en la casa y en la hacienda, cuarto por cuarto y a los alrededores de estas. Se les da un rosario a cada una de las mujeres de la casa.

Y no volvió a pasar nada de esto en un buen rato. La muerte de mi bisabuelo de manera natural, pero eso es otra historia.

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