La Caja de Zapatos (Continuacion)

Después de comer, Max y Sara decidieron caminar hacia el jardín de la ciudad, ella quería tomar unas fotografías de la iglesia y de un pasaje que le pareció lindo.

Por unos instantes todo aquello parecía no haber sucedido sin embargo, aunque Sara parecía estar muy distraída con sus capturas, luego de tomar a unas aves en pleno vuelo, dejó de lado su cámara, se sentó a lado de Max en una pequeña banca del jardín y le dijo:

-¿No se te hace extraño todo ésto?-

Max la miró serio pero asintiendo con la cabeza, su silencio dejaba claro que se encontraba también sorprendido. Entonces Sara agregó:

-Si accedí a tu propuesta y le pregunté su nombre fue porque yo leí los papeles del contrato de Arrendamiento y no aparecía el nombre de Romel, ni tampoco el de su abuela, decía otro, no lo recuerdo, pero definitivamente no era Romel. Por si acaso avisa a tu hermano Joaquín a dónde iremos y mantenlo al tanto de la situación. Tal vez si sea un caso raro o tal vez sea alguien que se quiere pasar de listo y robarnos.-

-¿Cómo supo que estábamos en ese lugar? Caminamos por horas y si su nombre no estaba en los papeles entonces de algún modo tuvo que averiguarlo. Haremos ésto amor, hoy en la cena lo interrogaré, si no nos convencen sus respuestas, simplemente no iremos a esa casa y llamaremos a la policía. Además, si fue una herencia ¿porqué no está a su nombre?- Respondió Max reaccionando al fin con su habitual carácter analítico y racional.

Sara aceptó su idea, le dió un beso y continuó tomando fotos.

Mientras lo hacía, una joven se acercó a Max que seguía sentado en la banca y le entregó una propaganda. Él agradeció y se dispuso a leer el contenido. Era una publicidad para un paseo nocturno por las casas embrujadas del pueblo y relatos de leyendas. Al leer eso, Max se incorporó de inmediato y alcanzó a la joven, si alguien podía darle pistas acerca de esa casa supuestamente embrujada, era ella.

-Perdón, perdón ¿Te puedo hacer una pregunta? -

-Claro señor, ¿quiere asistir al paseo?- Respondió amablemente la jovencita.

-Si, por supuesto, pero necesito saber si el recorrido incluye visitar La Casa Roja -

La joven dejó de sonreír, miró a sus costados y se acercó a Max para hablarle en secreto.

-Esa casa está maldita señor, nunca vamos ahí por eso, solo visitamos lugares donde existen leyendas que han sido contadas por la misma gente con el paso del tiempo, pero no iríamos a un lugar a dónde murió gente y más si se sospecha que algo maligno tuvo qué ver.-

-¡Ja! No te creo, de seguro te pagan para que digas eso, así mi curiosidad aumenta y después me dirás que por una cantidad extra pueden llevarme especialmente a mí ¿no?-

Replicó Max totalmente incrédulo a la respuesta de la chica.

-Usted preguntó, yo respondí. Si no me creé vaya a cualquier cantina, converse con el cantinero en la barra y saque éste tema. Pregúntele qué pasa en la Casa Roja, qué le pasó al Maestro que había heredado la casa y qué se sabe de la Caja de Zapatos-

Dijo la chica mientras daba media vuelta para continuar caminando.

-Hoy hablé con el heredero de la casa, eso arruina tu elaborado plan de convencerme niña- Respondió Max.

La joven se detuvo y se acercó a Max, frotando su mano izquierda, como cuando sientes mucho frío. Lo miró fijamente los ojos y con un tono de voz temeroso le respondió al tiempo que Sara arribaba a la escena para escuchar las mismas palabras.

-Señor, mejor vaya a la iglesia y hable con el padre. Usted no pudo haber hablado con el heredero de la casa porque era un Maestro, vino de fuera con su novia y la misma noche que llegó ambos se suicidaron dentro de la casa.-

Max y Sara se quedaron perplejos.

-La gente dice que ella tenía un papel en la mano que decía: "encuentren la caja de zapatos".

Mi mamá me contó eso, yo tenía como 3 años cuando sucedió. Sé que la cuida en el día Don Anselmo, pero en cuanto se va hacer de noche él se retira. Es un señor muy amable, lo encuentran aquí mismo después de las 8, vende frituras y esas cosas.-

Terminada su respuesta la chica se despidió para continuar entregando propaganda.