La palma cuata

En el arroyo de Santo Domingo , por el camino a Mascota, creció hace más de un siglo una "palma cuata". Asombroso por que las palmas solo tienen un tronco ; asombroso también lo que de ella se cuenta, dicen que al pie de esta "palma cuata", se enterraron varias cargas de plata sellada. El origen del dinero no esta claro . Hay quien relata que unos bandidos , habiendo robado el mineral del Cuale, lo escondieron aquí acosados por una partida de soldados que casi les da alcancé, otra versión dice que el dinero fue enterrado por don Eduardo Guzmán , por que una gavilla de salteadores le venía pisando los talones.

Don Eduardo Guzmán fue comerciante y terrateniente. Desde el puerto de las peñas , la casa Guzmán Barraza abastecía de mercancías a los reales mineros de Cuale, Talpa, Mascota y San Sebastián del Oeste . Es probable que también haya contrabandeado con plata , como lo hicieron muchos adinerados de entonces. Cuando se estableció la Montgomery en la región, Don Eduardo desempeño un alto cargo en la empresa . Se le recuerda como prepotente y se le acusa de haber ordenado asesinar a algunos de sus trabajadores.

Haya sido don Eduardo o los ladrones del Cuale, las circunstancias son las mismas ; cinco hombres cavaron un pozo al pie de la "palma cuata" donde arrojaron la plata. Enseguida, cubrieron el dinero con un cuero de toro y, encima de este , pusieron una seguirla enredada. Cuando los mozos quisieron salir, fueron asesinados a balazos para que nadie se enterara del sitio.

El tesoro de la "palma cuata" esta protegido por un conjuro maligno, sólo podrá ser sacado cuando mueran cinco de sus buscadores, cantidad de hombres que quedaron ahí resguardandolo, se cree que el número de víctimas ya se cumplió, pero lo que sigue no es tarea fácil.

Quien escarba, escucha los lamanetos de los muertos y huye de ahí enloquecido de miedo . Si se tiene valor de continuar , la soguilla al descubrirse, se convierte en una víbora que desaparece al cubrirla con una camisa; el cuero de toro cobra vida y embiste endemoniado a quien se atreve a perturbar aquel entierro . Si se tiene la fortuna de encajar en los cuernos de la bestia un sombrero , el toro maligno caerá al suelo, convertido en monedas de plata.

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